RFID
La última tecnologia para gestión de inventario y almacenes.
¿Qué es el RFID?
El sistema de identificación por radiofrecuencia, comúnmente conocido como RFID (por sus siglas en inglés, Radio Frequency Identification), es una tecnología de captura e identificación automática de datos. A diferencia de los códigos de barras impresos, esta tecnología emplea etiquetas diseñadas para transmitir información codificada mediante ondas de radio o señales Bluetooth.
¿Qué se necesita para un sistema RFID?
1.-Una etiqueta especial para el sistema
Este tipo de etiqueta, además de poder contener impresiones visuales, incorpora un circuito integrado y una antena. El circuito almacena la información, mientras que la antena se encarga de recibir y transmitir los datos. Existen dos tipos principales de etiquetas:
🔻 Activas: Disponen de una batería interna, lo que les permite tener un mayor alcance y emitir señales de forma periódica. Son especialmente útiles en sistemas de localización.
🔻 Pasivas: No tienen batería propia. Permanecen inactivas hasta que reciben una señal del lector, momento en el cual se activan y transmiten la información almacenada.
2.- Un lector de radiofrecuencia
Este dispositivo utiliza un componente clave llamado transceptor, que emite una señal de radiofrecuencia hacia la etiqueta. Esta señal activa la etiqueta y permite la transmisión de los datos, que el lector capta y procesa en una única operación. Los lectores pueden ser tanto fijos como portátiles.



Aplicaciones del RFID en la gestión logística
El sistema RFID (Identificación por Radiofrecuencia) ofrece numerosas ventajas para la gestión logística en comparación con tecnologías tradicionales como los códigos de barras. Estas son sus principales aplicaciones y beneficios:
🔻 Etiquetas con memoria: Las etiquetas RFID pueden almacenar gran cantidad de datos variables, lo que permite una gestión más rica y flexible de la información logística.
🔻 Reescritura de datos: Se puede añadir, modificar o eliminar información en tiempo real, lo que mejora significativamente la trazabilidad de los productos a lo largo de toda la cadena logística.
🔻 No necesita contacto visual: A diferencia de los sistemas ópticos, RFID no requiere línea de visión directa. Esto facilita la identificación de objetos sin necesidad de manipularlos, como leer productos dentro de cajas cerradas o en movimiento en cintas transportadoras.
🔻 Lectura a distancia: El alcance de lectura puede superar los 10 metros, lo que agiliza operaciones como el control de inventario sin necesidad de mover físicamente los objetos.
🔻 Lectura masiva: Permite identificar múltiples productos al mismo tiempo, lo que mejora la eficiencia en procesos como la recepción, carga o conteo de mercancías.
🔻 Actualización en tiempo real: Integrado con el sistema de gestión de almacenes (SGA), proporciona información instantánea sobre entradas, salidas y movimientos internos, gracias a su conexión con lectores ubicados estratégicamente.
🔻 Prevención de pérdidas: Mejora el control de salidas no autorizadas y reduce el riesgo de extravíos o robos mediante un seguimiento constante y detallado.
🔻 Alta resistencia: Las etiquetas RFID son duraderas y soportan condiciones extremas, productos químicos y manipulación brusca, a diferencia de los códigos de barras que se deterioran con facilidad.
Limitaciones del sistema RFID
🔻 Costo elevado
La implementación de RFID implica una inversión mayor comparada con los sistemas de código de barras, ya que requiere equipos, lectores y etiquetadoras más costosos. A esto se suman gastos adicionales como la adaptación del sistema de gestión de almacenes (SGA) y el mantenimiento continuo de la tecnología.
🔻 Precisión limitada en ciertos contextos
Cuando las etiquetas RFID están muy juntas, un lector puede activarlas simultáneamente, lo que puede generar confusión, especialmente en procesos como el picking, donde el operario podría no identificar con precisión el producto correcto.
🔻 Problemas con líquidos y metales
Las señales de radiofrecuencia son vulnerables en entornos con metales o líquidos. Los metales reflejan las señales y los líquidos las absorben, lo que puede generar errores de lectura o interferencias que afecten la operativa.
🔻 Complejidad técnica y compatibilidad
El uso eficaz del RFID requiere comprender bien su funcionamiento, lo cual se complica por la variedad de etiquetas y frecuencias. Además, es esencial considerar la compatibilidad con estándares internacionales y con partes de la cadena logística que aún no utilizan esta tecnología.